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Escuelas que Cuidan: un proyecto que cierra, una transformación que continúa
Después de ocho meses de trabajo colaborativo, reflexión pedagógica y acción transformadora, el proyecto Escuelas que Cuidan concluye su primer ciclo en México. Esta iniciativa, impulsada por la Fundación SM en alianza con la Red de Educación de la CIRM, reunió a once escuelas pertenecientes a ocho congregaciones religiosas para replantearse la vida escolar desde el paradigma del cuidado.
Durante el ciclo escolar 2024–2025, el proyecto acompañó a comunidades educativas de Jalisco, Ciudad de México, Veracruz, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas y Yucatán, que se sumaron con entusiasmo al reto de construir escuelas más humanas, conscientes y solidarias.
Una escuela que cuida: el corazón del proyecto
Escuelas que Cuidan propone una transformación educativa basada en la ética del cuidado, entendida como un enfoque que promueve la dignidad de cada persona, la solidaridad con los más vulnerables, la construcción del bien común y el respeto por la vida en todas sus formas. A través de esta mirada, el proyecto buscó fortalecer escuelas relacionales, inclusivas y sostenibles.
De la formación a la acción
A lo largo de este proceso se desarrollaron cuatro momentos clave:
- Formación virtual para docentes, directivos y hermanas de las distintas congregaciones, con sesiones temáticas impartidas por especialistas de la ética del cuidado, la escuela relacional y la educación global.
- Diagnóstico institucional, aplicado a más de 1,000 personas (entre estudiantes, maestros y directivos), que permitió mirar con nuevos ojos las emociones, vínculos y estructuras escolares.
- Diseño de proyectos escolares, que las escuelas plantearon adaptados a las necesidades de cada contexto escolar, con base en el diagnóstico y la formación previas.
- Implementación y acompañamiento, tanto presencial como virtual, que dio vida a propuestas las pedagógicas transformadoras.
Las iniciativas diseñadas abordaron los ejes de la etica del cuidado, la escuela relacional y la educación global. Cada acción, por pequeña que fuera, sembró una nueva forma de estar juntos en la escuela.
Un cierre que abre caminos
Aunque el proyecto formal ha llegado a su fin, lo aprendido permanece. Las escuelas participantes han comenzado a integrar el cuidado como horizonte pedagógico: desde cómo se habla, cómo se escucha, hasta cómo se acompaña emocionalmente a los estudiantes y al equipo docente.
Cuidar es también cuidarse. Una escuela que cuida es aquella donde las y los adultos también se sienten escuchados, acompañados y valorados.
Agradecimientos
Desde Fundación SM y la Red de Educación de la CIRM agradecemos profundamente a las congregaciones participantes y a los más de 240 docentes involucrados por su entrega, sensibilidad y compromiso.
Este ha sido solo el comienzo.
Otra escuela es posible. Una escuela que cuida ya está ocurriendo.