Academia de Líderes Ubuntu en México:
Una semana en Fundación SM para liderar desde el cuidado
Del 15 al 19 de diciembre, Fundación SM abrió sus puertas para vivir en sus instalaciones una experiencia formativa profundamente humana: la Academia de Líderes Ubuntu. Fue una semana intensa, sí; pero, sobre todo, fue una semana de encuentro con la posibilidad real de construir comunidad desde la empatía y el servicio.
Dos momentos clave, un mismo propósito
La experiencia en Fundación SM se vivió en dos tiempos.
Formación de Formadores (2 días).
Por primera vez en México se realizó la Formación de Formadores Ubuntu, en la que 15 personas participaron para establecer las bases metodológicas, asegurar el enfoque humanista del programa y salir con las capacidades necesarias para replicar futuras ediciones desde sus propios espacios e instituciones.
La Academia (5 días).
Con ese equipo ya preparado, inició la Academia de Líderes Ubuntu en México: una semana en Fundación SM, con 30 participantes de diversas instituciones y contextos —desde jóvenes de 16 años hasta participantes de alrededor de 60 años—, lo que enriqueció el diálogo intergeneracional y volvió más potente la pregunta central del programa: ¿qué significa liderar al servicio de la comunidad?
¿Qué es la Academia de Líderes Ubuntu?
La Academia de Líderes Ubuntu es un proyecto de educación no formal desarrollado por el IPAV (Instituto Padre António Vieira), en Portugal, orientado a formar liderazgos al servicio de la comunidad desde una dimensión experiencial y relacional.
En Ubuntu, el liderazgo no se entiende como una posición, sino como una práctica: escuchar, cuidar, construir puentes, sostener la dignidad del otro y asumir responsabilidad ética en lo cotidiano. Por eso, la metodología crea un “espacio seguro” donde cada persona pueda reflexionar, compartir y aprender con otros desde el respeto y el trabajo colaborativo.
El corazón del método: los cinco pilares Ubuntu
Autoconocimiento
Mirar hacia adentro con honestidad.
Autoconfianza
Fortalecer la seguridad personal desde lo real y lo posible.
Resiliencia
Sostenerse en la dificultad y aprender del proceso.
Empatía
Reconocer al otro, escuchar con profundidad y comprender sin reducir.
Servicio
Traducir el liderazgo en acciones concretas para el bien común.
¿Cómo se vivió la semana?
La semana se construyó con una secuencia de experiencias: círculos de diálogo, ejercicios de introspección, análisis de personajes históricos, uso de material audiovisual, y dinámicas de movimiento que terminaban convirtiéndose en metáforas claras para fijar aprendizajes. Todo con un propósito: que lo vivido se vuelva conciencia y que la conciencia se convierta en práctica.
En el itinerario de los cinco días, destacaron seminarios como:
Liderar como Mandela
Para comprender el liderazgo como responsabilidad ética y sostén de comunidad.
Construir puentes
Un día para entrenar la escucha y el diálogo en un mundo fragmentado: reconocer muros, nombrar miedos, y practicar la confianza como base de comunidad.
Vencer obstáculos
El día más introspectivo: resiliencia, perseverancia y sentido. Un espacio para reconocer retos personales, aprendizajes y capacidades que a veces no sabíamos que teníamos.
Vidas UBUNTU
La historia de vida como un lugar de verdad: narrarnos, escuchar al otro, descubrir una humanidad compartida y reconocer cómo el pasado y el presente pueden leerse con más conciencia.
I Have a Dream
Cerrar no como despedida, sino como proyección: identificar el propio sueño, conectarlo con una realidad concreta y dar pasos hacia una misión de vida con sentido social.
Alianzas que lo hacen posible
Una iniciativa de:
Promovido por:
Con el apoyo de OEI
En asociación
Lo que deja esta primera edición en Fundación SM
Ubuntu no deja únicamente “contenidos”; deja algo más difícil de medir y más importante de sostener: un lenguaje común sobre el cuidado, una experiencia concreta de comunidad y herramientas para liderar desde lo humano.
Además, esta edición marca un avance institucional: con la primera Formación de Formadores Ubuntu en México, Fundación SM ya cuenta con capacidades instaladas para acompañar y replicar procesos similares en adelante, en alianza con redes y organizaciones que comparten el mismo horizonte: formar liderazgos capaces de cuidar, dialogar y construir puentes.
